La presencia de mujeres, niñas y niños en los flujos migratorios provenientes de Africa hacia Europa es creciente. Las cifras de llegadas son menos numerosas que las de hombres, pero son un perfil muy vulnerable, especialmente si se trata de mujeres acompañadas de niños y niñas de muy corta edad. Son familias que llevan mucho tiempo en el camino y muchas proseguirán su viaje a otros países de Europa, tras estar un tiempo con nosotros.